miércoles, 14 de diciembre de 2011

USHUAIA 1

[7.Dic  6:30 am Lobby del Hotel Chalp]

     Esta mañana a las cuatro un sol radiante entraba por el ventanal  de mi cuarto e iluminaba el Canal de Beagle que parecía un espejo. Me acordaba de las tormentas que describía una novela sobre el viaje de Darwin en la el palo de mesana tocaba las crestas de las olas con las jarcias. Aquellos eran otros tiempos.

     Antesdeayer día 5, llegamos a Ushuaia, en avión procedente de Bariloche. Realmente Ushuaia era el objetivo del viaje, a partir de aquí ni se sabe qué pasará, empieza el verdadero viaje.

     3.000 km más al Sur de Buenos Aires se acaba el continente sudamericano, debajo está el Estrecho de Magallanes, con sus dos angosturas y muchos recovecos, debajo está la Gran Isla del Fuego, debajo de está el Canal de Beagle, y más al Sur un dédalo de islas deshabitadas, en él  que la última es El Cabo de Hornos. Después ya no hay nada, sólo vuela el albatros y revuelan los vientos cataváticos, 3.000 o 4.000  km  más allá es el Polo Sur. Todos los nombres escritos con mayúsculas están llenos de historias, que valdrían la pena.


Ushuaia, como indica su nombre, está en una bahía bonita del repetido canal, que por aquí puede medir hasta 10 ó 12 km de ancho, tiene un gran puerto, el único hasta Comodoro Rivadavia, y es una ciudad muy mezclada, está rodeada de montañas enormes y puntiagudas cubiertas de nieves del invierno que termina y de glaciares que no terminan nunca. Como está en ladera hay muchas cuestas y es difícil mantener cuadradas las cuadras, las calles hacen curvas y   diagonales, a veces, lo que aquí hace raro, descuadra las cosas. La arquitectura está muy revuelta, sin orden ni concierto se mezclan casas pequeñas de colores, con edificios pretenciosos de ladrillo, cabañas, casas de zinc, otras de piedra y más de una de pena; todo muy revuelto. No es una ciudad preciosa, pero tiene sus casas, y hay que estudiarla más.
          Es más grande de lo que esperaba y vive de los servicios que se prestan a si mismos, del gobierno, del puerto, del turismo y de bastantes industrias que se instalaron aquí con ánimo de repoblar estas tierras tan vacías. El aprovechamiento forestal y ganadero parece que está clausurado, y también se clausuró el antiguo presidio que dio origen a la ciudad. La zona del centro (General San Martín y la Costanera) está llena de hoteles, restaurantes llenos y agencias de viajes y excursiones, como Calafate y Bariloche. A mi me cuesta creer que el turismo dé tanto de si, y desde luego ni en Granada, ni en Huéscar, Ginebra o Madrid hay tanto servicio e infraestructura para turistas.

Nosotros seguimos estupendamente, ahora vivimos en dos hoteles, por falta de sitio, pero yo quiero buscarme una casa bonita  para vivir como si estuviera en Huéscar. El Síndrome de la Cuerda del Pozo (SdCP) ha hecho su aparición, pero en una forma aguda y sintomática en uno  de los viajeros, gastroenteritis, vómitos y febrículas; solucionada la vuelta, parece que remite.



En cuanto a las actividades turísticas, ayer recorrimos en catamarán el Canal y sus islas pobladas de pájaros nuevos, leones y lobos marinos, de uno o dos pelos, o de pingüinos; y visitamos una Estancia, la Hagerlton. Las estancias, haciendas o ‘cortijos’ ,eran antiguas explotaciones agroganaderas que ahora parecen haberse quedado para el turismo, yo ya he visto tres y no veo más, son una metida, pero fueron la esencia y la vida de la Patagonia. Hoy visitaremos el PN de la Tierra del Fuego y el tren del Fin del Mundo en un grupo y sobre Bus. Para mañana hemos alquilado un coche y haremos picnic y bonitos recorridos por lagos y bosques, aparte de aprovechar el auto para recorrer Ushuaia que es muy grande.

       Aunque estamos muy lejos de España, ayer nos acordamos del año 78 cuando se aprobó la última Constitución, y lo celebramos a nuestro modo. Junto al Faro del Fin del Mundo, aquí todo es FdM, lo importante que son las palabras o expresiones bonitas. Digo que junto al Faro del FdM izamos una pequeña bandera española, hicimos un concurso de carteles conmemorativos tamaño folio, y otro de interpretación del himno nacional individual y por grupos. Quedó muy emotivo. [interrumpo la escritura, el turismo me llama.]

Lo del tren del Fin del Mundo, fue una turistada, aunque por un sitio lindo. Mucha gente mayor y cámara en ristre, pagando dinero por donde pasa y llevados en un bus por una chica que te cuenta muchas cosas que ya sabes, y de vez en cuando te da 5 ó 10 minutos para ver un lago, un museo o hacer un senderillo. Luego te enteras que podías haberlo hecho por tu cuenta cogiendo un ‘regular’ y teniendo los planos e información pertinente, habrías oído menos, pero visto más. Aunque también elegir y decidir bien entre cinco tiene sus dificultades.

En Ushuaia es donde mejor estamos comiendo, o hemos aprendido o hemos tenido suerte, hemos dado con varios sitios: El Fogón Fueguino (MB), recomendado por Evaristo y donde no estaba el guía Gustavo, La Cantina Fueguina (menos bien) donde por fin comimos la famosa merluza negra o de las profundidades, el Almacen (genial), y el mejor Lola. En estos viajes se echan mucho ratos de mesa, y se come mucho.








1 comentario:

  1. Amigo Manolo, ya que estás en Ushuaia me gustaría saber el gentilicio de sus habitantes pues con tantas vocales juntas tiene que faltar lengua para decirlo.
    Echo de menos más fotos tuyas pero entiendo que tanto que ver y el tiempo limitado hace que tu bitácora esté un poco "atropellada".
    Salu2.

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