martes, 20 de diciembre de 2011

15     ESTO se ACABA. MI ÚLTIMA NOCHE AMERICANA

[20.12 19:30 Cruce de Avenida de Mayo con Salta. Cafetería Bar Iberia. Esquina y bar histórico]
            Me cuesta trabajo pensar que esto se termina, que este rato será el último que escribo, que mañana noche la pasaré volando, y pasado, cuando llegue a España, esta historia habrá terminado. Seguro que al poco de llegar me acomodo, ante todo cambio pienso igual; pero creo que mañana será diferente,  que difícilmente me acomodaré de nuevo.

            Mi día de hoy, no sé cómo terminar.
            Me despertó el teléfono con la noticia de que mi plan de vuelo se adelantaba para no pasar la noche buena en medio de la nada y de nadie. Anulé mi plan de visitar la Presa y Central eléctrica de Itaipú en Brasil y el mañana visitar las misiones jesuíticas de la película La Misión, y me fui con un taxista a Los Tres Hitos. Allí se juntan las aguas del río Iguazú y las del Paraná, y se separan o se miran, Brasil, Paraguay y Argentina. Entre Argentina y Paragüay, hubo no hace mucho una guerra salvaje en la que Paraguay se quedó sin hombres, o casi.

            Pasar un aeropuerto, es un martirio, y yo hoy he atravesado dos. Comprendo que D. JoseLuis Sanpedro se viniera de vivir de Lanzarote, por no aguantar más humillación. Un matrimonio me contaba que en USA es peor, y se reía cuando les  contaba el control del agua explosiva y los desodorantes.

            Siempre habría que hablar con el de al lado. Esta vez ha sido un profesor de Física de Berna, Gabriel, de unos 35 años, que pasaba su año sabático viajando por los pocos sitios que no había estado, era hijo de emigrantes españoles en Suiza, de los tiempos de ‘1 franco 17 pesetas y media’, y hemos pasado un viaje fantástico, humana y físicamente.

            En la cola de embarque, me he reencontrado con una familia que ayer conocí en las cataratas y el me contó que de joven había subido de Cabo de Hornos a Perú en seis años y a caballo. Hoy me lo ha contado mejor, alucinante. Y para colmo y no sé porqué, ha salido a colación una película, El Camino, la que vi el otro día en el avión y no sabía el nombre.

            Hoy que venía solo, y no había que consensuar, me he venido del aeropuerto  en colectivo, en bus. Una chica que estaba en la cola me ha explicado número y paradas. Me ha costado 120 veces que me costará mañana el taxi que he de tomar. En el Bus un chico joven me explicaba por dónde íbamos y que empezaba a estudiar para diseñador de ropa aparte de tocar la trompa en una orquesta sinfónica, al despedirnos en un papel que preparó en el bus, me dio su dirección_e. Y viniendo con la maleta a rastras, me han parado unos mayores que estaban en un banco sentados, el me ha contado que Rajoy nos va a subir la plata a los viejos, y ella entre muchas cosas me ha contado que no usa lavadora, que ella a mano, que la ropa se estropea mucho de la otra manera. Total, muy interesante viajar en colectivo.

            Tras ducharme en el hotel, aquí es todo verano, me han dicho otra vez que ir a La Boca, ni en taxi, que muy peligroso, y yo, cobarde, he obedecido. A cambio he visto una manifestación de siglas antiguas, LCR, MCR. PCI, … por algo que hoy hacía 10 años y algo del presidente De La Rua. Ya era oscurecido y me he sentado en una terraza bonita junto a la calle Corrientes y al Obelisco, en una calle peatonal bonita, en Casa de Julio. Donde una pareja ha empezado a cantar tangos, tangos a la gorra, y he pasado un rato delicioso, que con tres cervezas y dos sándwich, me ha servido de cena espectáculo. Y de despedida bonita, de lujo.

            Y aquí y ahora, en una noche difícilmente más porteña se termina este rollo. Se me han quedado muchas, muchísimas cosas por contar; por olvido, discreción y  tiempo, pero también es verdad que he contado más que cuentan muchos. Si alguno ha llegado hasta aquí, si alguno se lo ha pasado bien con esto, me alegro, y muchas gracias. Casi siempre, cuando escribía, pensaba que tú podías estar al otro lado.


                          ………………………………….
                      Ni condena más triste que el regreso,
                          regreso de una tierra desolada
                      desolada, también, por nuestra pena.



PD_1  Jóse, lo de Juan y Paco, si no está registrado, podría llamarse EL SÍNDROME de ULISES.

PD_2  Soy de la opinión, y de la experiencia, que las fotografías y la literatura, a veces manipulan la realidad; si es que la realidad existiera.

PD_3  Si algún día fuese capaz, me gustaría añadir a esta bitácora un álbum de no más de 50 fotos que retratasen el viaje. Lo intentaré, pero no es fácil sacar 50 fotos de entre más de 10.000

No hay comentarios:

Publicar un comentario