martes, 15 de noviembre de 2011

CAMINO a USHUAIA. LIMA y BUENOS AIRES

CAMINO a USHUAIA
                Una vez más los vientos de la vida soplan fuerte y, esta vez camino de Ushuaia. Aquí,  diezmil metros por encima de la Tierra, mucho más arriba que las nubes más altas, a través de un espacio negro y mágico, un pájaro de acero, enorme, apoyado en la fuerza de Bernoulli, empujado por fuerzas de reacción, y tal vez que empujado, también, un poco, por los mismos vientos alisios que impulsaron a Colón, nos dirigimos a América. Acaba de empezar la segunda parte del Viaje a Ushuaia. Y como nos enseñara Cavafis, hemos rogado a los dioses  que el camino sea largo, muy largo.
                Abajo, atrás y lejos, se va  quedando el antiguo mundo, con sus problemas cansados y cansinos: la crisis griega, Rajoy, Rubalcaba, una unión europea que no llega, unas vascongadas en ebullición, una crisis por un lado invisible y por el otro imparable, que lo tapa todo; veinte partidos de futbol por semana, y una prima , 'de riesgo', que nos hemos quedado sin conocer, y saber, si valdría la pena haber pasado con ella un rato; el nombre era tentador, al menos. Voy a ver cuánto tiempo paso sin volver a saber de estos temas y cuánto tiempo resisto sin saber si el 20N  ganaron los otros o los nuestros, si eta sigue o vuelve, o si todo es peor sin ella, y si aquella península donde empezó Europa pasa, o no, a ser el extranjero. Nosotros nos vamos por no se sabe cuánto tiempo, ni por dónde, a un Mundo Nuevo; o en el mejor sentido, al otro mundo.
                Antes de seguir. Este cuaderno de bitácora, blog para los anglófilos, sólo pretende, ir poniendo por escrito cosas de este viaje para que cuando pase el tiempo no se olviden; un viaje dura mientras se recuerda. También trata evitar  tener que contar/escribir repetidamente  casi las mismas cosas a unos cuantos hijos, amigos e interesados varios. Y esto es todo, y para ellos está escrito. Cono LaRed es un sistema abierto, yo sé que estas cosas caerán delante de otros ojos, pues bien; pero que todo el que lea sepa la intención, esto no es un  libro ni un tratado,  esto está escrito siempre en beneficio del que escribe, no tendrá orden ni concierto, ni tendrá que respetar siempre la verdad completa. Y tampoco tendrá,  respeto por todas las normas de la gramática, el que lo lea, tendrá que ir poniendo y quitando acentos y letras, corrigiendo faltas y sobras, y recolocando bien los signos de puntuación, de acupuntura, que decían Le Luttiers
EL VUELO
                Alguna vez dije que la segunda forma mejor para trasladarse era el avión, y sigue siendo casi cierto, pero deberían ser algo más anchos los asientos y siempre en ventanilla sin ala debajo, de día y con pocas nubes. Aún así, uno aprende a estarse quieto y a moverse como puede en tan poco espacio, a veces se ven los pueblos con calles y contornos llamativamente rectos, carreteras de luz y ciudades inmensas inmensamente iluminadas, y otras veces los campos, los ríos  y las sierras.
Un problema. En una noche de luna llena, al lado derecho del avión,  el espacio era negro, y el cristal doble de la ventanilla no dejaba pasar la luz de las estrellas;  pasada algo más  de la mitad de la noche, la luna se puso a mi lado del avión, a NW, y vi la Luna, Júpiter y el espacio iluminados. No lo entendí, pero así  fue. A lo mejor había nubes por encima de los 11.000 m a que volaba el pájaro,  no sé.
Al sobrevolar los Andes las nubes dejaron pasar sus cumbres, peladas,  áridas y no se sabe cómo de altas,  luego desaparecieron las nubes, y todo estaba  solo, lleno de lagos sin desagüe visible, y en seguida, vimos el Pacífico, y bajamos al Callao. Antes de los Andes, sobrevolamos y vimos La  Amazonía, era como una alfombra oscura, inmensa y rugosa, de vez en cuando atravesado por, como culebras marrones, que hacían eses con eses dentro, como un fractal, eran los meandros de, pensábamos por bonito, que iba haciendo el Amazonas, buscando su salida y haciendo selva.
LIMA
Lima, es una ciudad con demasiado contraste, al menos para un viajero que está allí 24 horas. Al llegar , tras tantos kilómetros para llegar a MiraFlores, donde tantas novelas de Vargas  Llosa,  y donde teníamos nuestro Hotel, El Ducado, piensas que estás en el Cairo o en Rabat, todo un poco sucio, viejo y desordenado, lleno de tapias y solares, lo que no impide una avenida ancha con una mediana de césped y de flores. Los autobuses, los colectivos que llamaría  él, pueden ser viejas furgonetas llenas de colores, de gente y de colores, o los más modernos autobuses; más variedad aún , hay en los taxis, y más aún en sus gentes.  Nuestro taxista Jonh Sánchez nos va contando un montón de cosas de Lima y del Perú mientras llegamos.
En general, los peruanos parecen que proceden todos de los vientres de aquellas Vírgenes del Sol, donde según Cepeda Adans, nació América.  Todos son,  como su moneda, un Sol. Amables, simpáticos, cariñosos, morenos, bajos, educados, conversadores, con una sonrisa, que desde lejos ya parecen ser amigos tuyos desde siempre, en verdad es una gente maravillosa, de llamar la atención.



Todo es variopinto, los policías pueden parecer hombres de Harrelson  a lomos de las Halleys más grandes y nuevas, o personajes algo andrajosos peligrosamente armados. Los edificios se mezclan como si tal, los de acero y vidrio, con los modernistas ajados, los coloniales viejos, los indefinidos sucios y las tapias abandonadas. Los semáforos funcionan, y según cuentan, hasta tienen inteligencia artificial, pero el tráfico funciona a bocinazos y echándole valor a los cruzamientos. Todos te previenen a propósito de la inseguridad ciudadana, pero no hemos visto nada que confirmase algo parecido.
El Centro histórico de Lima, es de lo mejorcito de aquí. La Plaza de Armas es enorme, de dos o tres cuadras por lado, rodeado de edificios nobles y antiguos, y esta vez perfectamente mantenidos. La Casa del Gobierno es un palacio enorme, que ya fuera de Pizarro (?) y donde se realiza un cambio de Guardia con mucha expectación y con concierto de banda militar inclusa, delante; la catedral y el palacio arzobispal tienen fachadas espectaculares, la Municipalidad, o Ayuntamiento, lo mismo, aunque algo más moderna y amarilla. Y así todo el entorno de la Plaza y aledaños, mucha gente, mucho turismo indígena, iglesias con santos y ventas de rosarios, grupos de escolares y muchos guardias.  También tiene el centro, de la plaza, ocupado por hermosos jardines de verde y flores. Llaman la atención en aquella plaza, y en toda Lima, los cierres y aleros de madera, de mucha madera, bonitos y casi siempre viejos, llama la atención tanto poderío de madera en una región seca y desde el avión completamente desarbolada; quizá por eso se usase la madera, para demostrar el poderío.
Comemos en Tanda, pan en quechúa, un sitio precioso y moderno donde todo son comidas raras, y más raras que las buscamos nosotros. Comemos estupendamente y todos estamos tan contentos.
CajaMarca, debe quedar muy cerca de aquí.  Allí fue hecho prisionero Atahualpa, y se inició el  final del Imperio Inca. Me venía a la memoria el libro de “Armas, gérmenes y acero” y como en él se cuenta que la caída de los imperios precolombinos se debió más a los gérmenes que a los pocos soldados de armadura y de fuego.

La Rosa del Mar, es un restaurante y pub, de madera, al aire, sobre pilotes de madera clavados en el mar, debajo de los acantilados de MiraFlores, y  lleno de gente guapa, y algomás balnca. Y LarcoMarc es un centro comercial en la pared del mismo acantilado, también lleno de gente guapa y marcha, con toda clase de establecimientos, de tapas y de formas de comer. Si te llevan allí con los ojos y oídos tapados, al recuperar la vista podrías creerte en Berlín, si no estuviese el mar. Otra cosa es cuando abres los oídos, y oyes;  o abres la boca, y comes.



Veinticuatro horas en Lima no dan para mucho, pero te llevas una idea, en este caso muy buena. Nos ha faltado pasear por Barranco y encontrarnos a Mario Vargas Llosa, o alguno de sus tantos personajes limeños. En un museo de Literatura, próximo a la Plaza de Armas,  justo un guía le explicaba a un grupo de escolares uniformados, el caso de su primera y segunda boda, primero con una tía suya, mayor y divorciada, y después con su prima, como cuenta el su novela ‘La tía Julia y el escribidor’, que recién  terminé de leer para venir acá. También hemos desayunado ‘medias Lunas’, como le gustaba a ‘La niña mala’, hemos recorrido jirones, o calles, que recorriera Omaita, y no nos ha pillado ‘La Guerra del Fin el Mundo’, ni visto ninguna visitadora de Pantaleón.
Ahora que releo y recuerdo, me doy cuenta de cuanto se me va quedando en el teclado, inevitable.

NB  Poner las fotos en este sistema, me resulta horroroso  y retardatario. Así pues, mientras no lo domine, irán pocas fotos y mal puestas.

                VUELO   a  BUENOS AIRES    y BUENOS AIRES MISMO.
                Dejamos Lima muy temprano y con pena. Otra vez un Boeing 767 con ventanilla; al principio mientras se dirigía hacia el Sur y sobre el Pacífico con nubes. Cuando giró al Este para ir buscando BuenosAires, las nubes fueron buenas y se evaporaron, debajo empezó a verse la costanera chilena, espectacular y otra vez desierta, ni caminos, ni señales, ni una recta, pero espectacular de formas y colores, conos volcánicos, ventisqueros, lagos , cárcavas y barrancos.
                Por cierto el Gps funciona dentro del avión, y gracias a Santiago C., supe que la tableta Ipad lo tiene, a veces hay que acercarla a la ventanilla para que pille satélite, pero es estupendo para saber por encima de dónde vas,  cómo de alto y de deprisa, y muchas mas cosas.
                Antes de BuenosAires el terreno se pone absolutamente plano, o lo parece, durante cientos de kilómetros, luego aparece el río de la Plata, muy marrón y muy ancho, y empieza una vegetación inmensa que ya se echaba de menos , y enseguida casas, calles, cultivos y jardines. Hasta el  centro de BuenosAires.
                BuenosAires quiere parecerse a París, pero está más viejo y está sucio.  La Plaza de Mayo es muy grande, y se celebraba San Martín de Tours, que fue romano y mártir, pero es patrón de aquí y de un pueblo próximo a Luarca que no recuerdo, quizá San Adriano. Se celebraba la noche de los museos, y había conciertos y representaciones por muchas plazas.
                La calle Corrientes y el entorno del Obelisco estaban a tope, tras la casa Rosada había un concierto de banda militar, nada más llegar, con ayuda de un tenor y una soprano, famosos aquí, cantaron “Granada” de Agustín Lara, lo que nos subió el sentimiento de la tribu a sus cotas altas.
                Tras recorrer el barrio de San Telmo, no ir por el de la Boca por peligro y miedos,  cervecearnos en Puerto Madero, ver otra vez la Plaza de Mayo, recorrer parte de la calle Corrientes, pueden ser 100 cuadras, pasear la 9 ó la 25 ó la 13 de Mayo (?); aquí Mayo debió de ser muy importante, acabamos en la terraza del Café Iberia, sin querer, junto al Hotel Castelar, donde vivió Lorca y vivimos nosotros, y allí, entre la gente y el ruido, nos tomamos los gin tonic de las buenas noches, y hablamos de cosas corrientes y de cosas extrañas, mientras nos duraron la conversación, las fuerzas y las ganas. Tener que dormir a veces es un latazo; y además, solo. 

6 comentarios:

  1. Querido Manolo:
    Ya veo que has llegado y que disfrutas, que es lo importante.
    Me gusta que hables de lo que ves, señal de que te gusta, pero algunos esperamos que nos hables de cosas más cotidianas: dónde vives, cómo comes, qué tal te va con tus acompañantes -aunque la bitácora debe ser políticamente correcta-, si tienes nuevos amigos, si nos echas de menos.
    En fin, a algunos nos importas más tú que esa lejana, aunque, parece, preciosa tierra.
    Un abrazo

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  2. Hola Manolo,
    Ha sido una grata sorpresa descubrir este cuaderno de bitácora. He visto que tienes uno de Luarca, del que tampoco conocía su existencia. Iremos siguiendo tus "aventuras" por aquí. Veo que estas muy bien y lleno de energía, y me alegra.
    Estamos en contacto, y a ver si con un poco de suerte nos vemos en esta parte del mundo.
    Un fuerte abrazo desde Brasil.
    Agustín

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  3. Te iba a poner un correo por que los enlaces que nos has enviado vienen precedida por la www cuando debería decir http://
    Y a lo que iba... Bienvenido de nuevo y espero que bien hallado. No sé si decirte que estás muy lejos porque eso siempre es relativo, y depende del lugar desde el cual se mira la distancia, así que me alegro que nos acerques a tu andadura sudamericana y nos lo cuentes, según las ganas y el tiempo disponible. Podrías haber empezado con un camino en bici, pero ya lo hiciste y has preferido el avión. Que te vaya bien a donde vayas y que nos lo enseñes bien. Por aquí te esperaremos a la vuelta, muertos de envidia de la buena, y sabiendo con total seguridad algo más de esas tierras que lo encuentras en esta misma herramienta desde la que te pongo este comentario que ya se me antoja un poco largo. Así que me reitero, bienvenido y que hagas muchas fotos, que veas muchas más, y que lo disfrutes la "ostia". Un abrazo.

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  4. Y para que no pierdas el sueño, por aquí ganamos todos en el 20N, o eso parece, porque nadie ha dimitido ni renunciado al puesto y esas cosas que sí pasan en otros "cortijos" de la gente "guiri". Ah, y algunos le echan las culpas de su resultado a una tal Crisis, que todo el mundo conoce y nadie quiere consigo, o de Don que al parecer hizo algo con la ley y desde entonces no le salen las cuentas.
    Viaja tranquilo que ante la duda de si en este hemisferio pasa algo gordo, te queda la opción de quedarte ahí para siempre, y mira por donde ya te has ahorrado el viaje de ida.
    Buen viaje.

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  5. Tu hermano Pedro, tambien te ha encontrado, espero que sigas aprendiendo, ahi si que se aprende, mas que desdem el sillon aunque sea con libro. En fin que se os pegue la cahazza de esa gente simpre simn prisa y a verlas venir. Un fuere abrazo

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  6. Buenas Manolo: a través de tu/nuestro amnigo Jesús Claudio hoy he dado con tu bitácora y, cierto, me he alegrado bastante.
    Me he empapapado de un golpe tus actuales entradas y me has dejado lleno de información de por dónde vas, qué ves, qué gentes encuentras, a cuanto está la cerveza, los hoteles y chiringuitos que visitas.
    Veo que ya has visto bichos, más gentes, mucha agua, costas, alguna chica en pose ...
    Un saludo desde tu/nuestra Huéscar donde el frío por fin ha hecho acto de presencia y el olor a matanzas inunda las calles del pueblo.
    PD.- Me alegra que disfrutes del GPS de tu Ipad.

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